Sagra Ibáñez, toledana afincada en Cádiz, a pesar de padecer una retinosis pigmentaria, descubrió que el arte textil era su verdadera vocación. De este modo sus diseños han dado la vuelta al mundo, ya que ha expuesto sus obras en distintos países de Europa, así como en Estados Unidos, Japón o Polonia, entre otros.

La diseñadora textil y afiliada a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), creó el echarpe que sirvió de regalo institucional de la Organización a la Princesa de Asturias el día de su boda, ha obtenido el Premio de Diseño de Castilla-La Mancha, galardón que conlleva la organización de una serie de exposiciones, incluida una en Madrid.

Entre sus obras destaca el echarpe que regaló la ONCE, que fue realizado por Ibáñez utilizando una técnica japonesa de tejido manual que hace de esta prenda una pieza única en el mundo, partiendo de hilos y cintas de seda, se entrecruzan y anudan creando un encaje de gran libertad formal.

El hecho de vivir en Cádiz, ayuda a la artista a trasladar a sus trabajos, que se inspiran en la naturaleza y en el fondo del mar, el colorido de los paisajes que la rodean, y de los fondos marinos, pues Ibáñez realizó un curso de buceo y, cuando tiene ocasión se sumerge para encontrar la inspiración.